Llamada como el mítico viento que augura buen tiempo en Galicia, esta ginebra reúne las esencias de una tierra celta desde siempre fecunda. Botánicos silvestres tradicionales convertidos en leyenda: la elegancia cítrica de la hierbaluisa que quita melancolías; la vegetalidad del alurel; el soplo de morriña que mece la salicornia marina; briznas de eucalipto; un nada de mentas. Y algo de la Galicia en el exilio: junípero, cardamomo, quinina, jengibre, hibisco, té. Un destilado sosegado y lentas maceraciones dan como fruto una gin ideal para disfrutarla en buena compañía, observando cosas minúsculas, como el vuelo de una mariquita.